No te preocupes por el fruto de tus acciones: mantente atento a la acción misma. El fruto ya vendrá cuando corresponda
El pasado no tiene poder sobre el momento presente.
Algunos cambios parecen negativos en la superficie, pero te darás cuenta de que se esta creando espacio en tu vida para que algo nuevo emerja.
La principal causa de la infelicidad nunca es la situación, sino tus pensamientos sobre ella.
Pensar se ha vuelto una enfermedad. La enfermedad ocurre cuando las cosas se desequilibran. Por ejemplo, no hay nada malo en que las células se multipliquen y dividan en el cuerpo, pero cuando este proceso continúa sin tener en consideración el organismo total, las células proliferan y tenemos una enfermedad.
El pensador compulsivo, lo que quiere decir casi todo el mundo, vive en un estado de separación aparente, en un mundo enfermizamente complejo de problemas y conflictos continuos, un mundo que refleja la creciente fragmentación de la mente.
El poder para crear un mejor futuro esta contenido en el momento presente: creas un buen futuro creando un buen presente.
Muchos viven con un torturador en la cabeza que continuamente los ataca y los castiga y les drena la energía vital. Esto causa sufrimiento e infelicidad así como enfermedad.
Cuando un pensamiento pierde fuerza, usted experimenta una discontinuidad en la corriente mental, una brecha de no mente.
Si el precio de la paz fuera una disminución de su conciencia y el precio de la quietud una falta de vitalidad y estado de alerta, no valdría la pena tenerlas.
El único paso vital en su camino hacia la iluminación es este: aprende a dejar de identificarse con su mente. Cada vez que usted crea una brecha en el fluir de la mente, la luz de su conciencia se vuelve más fuerte.
Un día puede que se sorprenda a sí mismo sonriendo a la voz de su cabeza, como sonreiría ante las travesuras de un niño.
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